Los dos detenidos este fin de semana acusados de ser los responsables del asesinato de Iván Díaz, el joven de unos 25 años cuyo cuerpo mutilado apareció al costado del dique Roggero del Río Reconquista en Moreno, se negaron a declarar y seguirán presos. Mientras avanza la investigación, se siguen conociendo detalles de lo que fue una venganza brutal.

El jueves 19 de septiembre Díaz salió de su casa sin decir a dónde iba y esa fue la última vez que lo vieron. 

Lo encontraron recién tres días después y la relación que la víctima tenía con Fernando Miguel Ambrosio, uno de los sospechosos, se convirtió en cuestión de horas en la hipótesis más fuerte del caso.

Las pericias en el celular de Ambrosio sumaron después otro indicio que reforzó la misma línea de investigación. 

Encontraron mensajes de texto con Jonathan Gaitán, actualmente detenido, a quien le pedía que lo ayudara a matar al hombre con el que mantenía una relación homosexual.

También había en el teléfono de Ambrosio un mensaje de la víctima: Si me dejas, le cuento a tu vieja. 

Esa amenaza, para el fiscal del caso, Federico Soñora, sería la prueba de que a Díaz lo mataron como represalia por ese intento de extorsión.

La brutalidad del crimen es un capítulo aparte. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un fuerte golpe en la cabeza pero que además la víctima tenía un corte profundo en el cuello, seis puñaladas y lo habían mutilado con un elemento "filoso". 

Le faltaban los ojos y también un tramo de los intestinos.

Fuentes cercanas a la causa dijeron a Télam que Díaz y Ambrosio eran compañeros de trabajo en el hipermercado Carrefour de Villa Tesei y mantenían una relación amorosa desde hace varios meses. Ese vínculo habría sido el que el detenido pretendía ocultar a su familia y desencadenó la tragedia.

El expediente fue caratulado como "homicidio agravado" y se encuentra en la Unidad Funcional N° 4 del departamento judicial de Moreno -General Rodríguez, a cargo de Soñora