En Posadas, La Piedad habilitó un horario especial para que la gente pueda cumplir con su visita especial, de 9 a 16. Según detallaron desde el camposanto, fueron unas 2.800 personas las que concurrieron durante la jornada, respetando los protocolos que se establecieron para la ocación.

“Venimos a visitarle a mi mamá que hace doce años falleció y obviamente la extrañamos muchísimo. Les digo a todos esos chicos que tienen a sus madres y que no lo valoran que aprendan a valorar a sus madres porque lo más feo, desde mi punto de vista, es venir a visitarla acá”, dijo al periodismo Carlos, uno de los tantos hijos que fueron ayer al cementerio a llevarle flores, prenderle velas o dedicarle unas palabras a sus madres.

Rodeado de su familia, Carlos aseguró que “la madre es la madre y no solamente hay que visitarla un día, sino la mayor parte del año. La madre es una sola, padre puede haber muchos y se los digo yo porque soy un hombre y a la madre hay que amarla, respetarla, hay que darle todo lo que ella nos dio. Y acá también está mi suegra y la abuela de mi señora, les deseamos feliz día”.

Por su parte, Gabriela Sosa, la esposa de Carlos, también dijo haber perdido a su madre hace doce años “y el año pasado perdí a mi abuela materna que era como una segunda mamá para mí. Nos cuesta bastante por este tema de la pandemia porque primero no estábamos por venir, pero después la hermana de Carlos llamó y dijo que estaba acá en el cementerio y entonces venimos con los chicos a traerles flores que tanto les gustaban”.

“Nos cuesta no poder estar con el calor familiar, entonces estamos solitos pasando con nuestros hijos lo mejor posible”, explicó Gabriela. Y Carlos reiteró el concepto de que “hay que visitar a la madre y dedicarle lo mejor del tiempo posible porque el día que no esté la van a extrañar y les va a doler muchísimo”.

Carlos y Gabriela fueron algunos de los misioneros que dedicaron parte de este día festivo y especial para recordar el calor y las enseñanzas de aquellas madres que partieron.